China ha logrado un avance importante en el desarrollo de explosivos no nucleares. Un equipo de científicos presentó una bomba de hidrógeno capaz de generar reacciones en cadena masivas sin utilizar materiales nucleares. Con una temperatura superior a los 1,000 grados Celsius y una duración superior a la del TNT, este nuevo dispositivo plantea posibilidades militares inéditas.

Un nuevo tipo de explosivo: potente y limpio
La bomba, desarrollada por el Instituto 705 de la Corporación Estatal de Construcción Naval de China, utiliza hidruro de magnesio como material base. Este compuesto almacena una cantidad de hidrógeno mucho mayor que los métodos convencionales en tanques presurizados. Inicialmente, el hidruro de magnesio fue desarrollado para generar energía limpia en zonas remotas, donde podría alimentar celdas de combustible para electricidad y calor sostenibles. Sin embargo, su alta densidad de almacenamiento de hidrógeno ha abierto una nueva puerta para la industria militar.
Una vez detonada con un explosivo convencional, la sustancia se descompone térmicamente, liberando hidrógeno que genera una bola de fuego impresionante. Según los investigadores, esta explosión se enciende con una energía mínima, se expande rápidamente y cubre grandes áreas, permitiendo controlar la intensidad de la explosión. Además, la duración de la combustión, de más de dos segundos, supera ampliamente el destello de apenas 0,12 segundos típico de explosivos como el TNT, incrementando su capacidad destructiva.
Características técnicas y ventajas del hidruro de magnesio

El uso del hidruro de magnesio ofrece una serie de ventajas estratégicas. Al fragmentarse en partículas microscópicas durante la detonación, el material libera grandes cantidades de hidrógeno de forma rápida y eficiente. Esto genera un ciclo autosostenido de combustión, en el que el calor producido facilita la liberación de más hidrógeno, alimentando así la explosión hasta agotar el combustible disponible.
En pruebas de laboratorio, se detectó que la sobrepresión alcanzaba los 428.43 kilopascales a dos metros de distancia, lo que representa alrededor del 40 % de la fuerza explosiva del TNT. Sin embargo, el alcance térmico era mucho mayor, causando daños prolongados que pueden derretir aleaciones de aluminio. Estas características permiten tanto ataques de área como ataques de alta precisión contra objetivos estratégicos, ofreciendo nuevas capacidades en escenarios de combate.
Producción industrial y potencial dual de la tecnología

Hasta hace poco, la producción de hidruro de magnesio estaba limitada a pequeñas cantidades de laboratorio debido a los riesgos de su fabricación, que requiere altas temperaturas y presión. Sin embargo, China ha cambiado el panorama con la inauguración de una planta en la provincia de Shaanxi, capaz de producir 150 toneladas anuales gracias a un método de «síntesis de un solo recipiente», mucho más rentable y seguro.
Este avance no solo abre la puerta a su uso en armas, sino también en aplicaciones energéticas. El hidruro de magnesio podría alimentar celdas de combustible en drones, submarinos y otras plataformas, brindándoles mayor autonomía. Así, China estaría desarrollando una tecnología de doble uso, capaz de fortalecer tanto su arsenal militar como su independencia energética, con implicaciones estratégicas de gran alcance.
El desarrollo de explosivos de hidrógeno no nucleares por parte de China representa un cambio de paradigma en la tecnología militar. Con un poder destructivo extendido y posibilidades de aplicación dual, esta innovación refuerza la posición tecnológica del país en un contexto de creciente competencia global. Está por determinarse cuándo y cómo se implementará esta nueva arma, pero su existencia ya plantea nuevas preguntas sobre el futuro de la guerra moderna.
Referencia:
- China tests non-nuclear hydrogen bomb, science paper shows. Link.
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