Científicos alertan sobre el ataque a la ciencia en EE. UU. en una carta abierta


Casi 2.000 científicos y expertos estadounidenses han firmado una carta abierta denunciando la crisis que enfrenta la ciencia bajo la administración Trump. La misiva advierte sobre la censura, los recortes presupuestarios y la manipulación de la investigación, acciones que amenazan la independencia científica y la salud pública.

Un ataque sistemático a la ciencia

Científicos alertan sobre el ataque a la ciencia en EE. UU. en una carta abierta
Captura de la carta de los científicos.

La administración Trump ha implementado medidas que han debilitado gravemente el sistema científico en Estados Unidos. Entre las principales preocupaciones señaladas en la carta abierta destacan los recortes presupuestarios a agencias clave, la eliminación de subvenciones y el despido masivo de investigadores. Estas acciones han afectado gravemente el progreso de proyectos científicos esenciales, incluidos estudios médicos y ambientales.

El gobierno también ha sido acusado de ejercer censura sobre investigaciones que contradicen su agenda política. Los científicos denuncian que se están bloqueando estudios sobre el cambio climático, la seguridad de las vacunas y tendencias económicas, restringiendo el acceso a datos cruciales para la toma de decisiones informadas. La manipulación de la información científica no solo socava la credibilidad de la investigación, sino que también pone en riesgo la salud y seguridad de la población.

Además, los despidos en instituciones como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) han generado temores sobre una posible privatización de la ciencia en EE. UU. Si estos recortes continúan, el país podría perder su liderazgo en innovación científica y tecnológica, afectando su competitividad a nivel global.

El impacto en la salud y el medio ambiente

Científicos alertan sobre el ataque a la ciencia en EE. UU. en una carta abierta
Dr. Peter Marks, un de los científicos que firmó la carta.

Uno de los sectores más afectados por estas políticas ha sido el de la salud pública. El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., ha impulsado medidas que debilitan la respuesta del gobierno ante crisis sanitarias. Su decisión de cancelar un contrato de 600 millones de dólares para la investigación de la gripe aviar y su escepticismo sobre las vacunas han generado preocupaciones entre los expertos en salud. La renuncia del Dr. Peter Marks, uno de los principales especialistas en vacunas de la FDA, refleja la creciente frustración dentro de la comunidad científica.

Por otro lado, las ciencias ambientales también han sufrido un duro golpe. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha sido objeto de una reducción drástica de personal, con más de 1.100 científicos despedidos tras la disolución de su oficina de investigación y desarrollo. Asimismo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), encargada del pronóstico de huracanes, enfrenta una disminución del 20% de su plantilla, lo que podría afectar la capacidad del país para responder a desastres naturales.

Las implicaciones de estos recortes van más allá de la pérdida de empleos y financiamiento. La falta de investigación por parte de científicos calificados y datos precisos puede generar políticas públicas ineficientes, poniendo en peligro la vida de millones de personas. El debilitamiento de la ciencia también puede tener un impacto irreversible en la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente.

Carta de los científicos en español

A LA GENTE DE ESTADOS UNIDOS

Todos dependemos de la ciencia. La ciencia nos dio los teléfonos inteligentes en nuestros bolsillos, los sistemas de navegación en nuestros autos y atención médica que salva vidas. Contamos con ingenieros cuando cruzamos puentes o volamos en aviones. Las empresas y los agricultores dependen de la ciencia y la ingeniería para la innovación de productos, avances tecnológicos y pronósticos del tiempo. La ciencia ayuda a la humanidad a proteger el planeta y mantiene los contaminantes y las toxinas fuera del aire, el agua y los alimentos.

Durante más de 80 años, las sabias inversiones del gobierno de EE. UU. han fortalecido la empresa de investigación de la nación, convirtiéndola en la envidia del mundo. Sorprendentemente, la administración Trump está desestabilizando esta empresa al recortar el financiamiento para la investigación, despedir a miles de científicos, eliminar el acceso público a los datos científicos y presionar a los investigadores para que alteren o abandonen su trabajo por razones ideológicas.

Los abajo firmantes somos miembros electos de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, que representamos a algunos de los mejores científicos, ingenieros e investigadores médicos del país. Estamos hablando como individuos. Vemos un verdadero peligro en este momento. Tenemos creencias políticas diversas, pero estamos unidos como investigadores en la protección de la investigación científica independiente. Enviamos este SOS para emitir una clara advertencia: la empresa científica de la nación está siendo diezmada.

La administración está recortando el financiamiento a las agencias científicas, terminando becas a los científicos, desfinanciando sus laboratorios y obstaculizando la colaboración científica internacional. Los recortes de fondos están obligando a las instituciones a pausar la investigación (incluidos los estudios sobre nuevos tratamientos para enfermedades), despedir al personal docente y dejar de inscribir a estudiantes de posgrado, la vía para los futuros científicos de la próxima generación.

Las investigaciones actuales de la administración sobre más de 50 universidades envían un mensaje escalofriante. A la Universidad de Columbia se le notificó recientemente que se le retendría el financiamiento federal a menos que adoptara políticas disciplinarias y desactivara un departamento académico señalado por la administración. Desestabilizar decenas de universidades pondrá en peligro la educación superior y la investigación que realizan esas instituciones.

La búsqueda de la verdad—la misión de la ciencia—requiere que los científicos exploren libremente nuevas preguntas e informen sus hallazgos de manera honesta, independiente de intereses especiales. La administración está practicando la censura, destruyendo esta independencia. Está utilizando órdenes ejecutivas y amenazas financieras para manipular qué estudios son financiados o publicados, cómo se informan los resultados y qué datos y hallazgos de investigación puede acceder el público. La administración está bloqueando la investigación sobre temas que considera objetables, como el cambio climático, o que arroja resultados que no le gustan, sobre temas que van desde la seguridad de las vacunas hasta las tendencias económicas.

Ha descendido un clima de miedo en la comunidad investigadora. Los investigadores, temerosos de perder su financiamiento o la seguridad en el empleo, están retirando sus nombres de las publicaciones, abandonando estudios y reescribiendo propuestas de subvenciones y artículos para eliminar términos científicamente precisos (como «cambio climático») que las agencias están señalando como objetables. Aunque algunos en la comunidad científica se han manifestado abiertamente, la mayoría de los investigadores, universidades, instituciones de investigación y organizaciones profesionales han guardado silencio para evitar antagonizar a la administración y poner en peligro su financiamiento.

Si se desmantela la empresa de investigación de nuestro país, perderemos nuestra ventaja científica. Otros países liderarán el desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades, fuentes de energía limpia y las nuevas tecnologías del futuro. Sus poblaciones serán más saludables y sus economías nos superarán en los negocios, la defensa, la recopilación de inteligencia y el monitoreo de la salud de nuestro planeta. El daño a la empresa científica de nuestra nación podría tardar décadas en revertirse.

Hacemos un llamado a la administración para que cese su ataque masivo a la ciencia de EE. UU. y alentamos al público a unirse a este llamado. Comparte esta declaración con otros, contacta a tus representantes en el Congreso y ayuda a que tu comunidad comprenda lo que está en riesgo. La voz de la ciencia no debe ser silenciada. Todos nos beneficiamos de la ciencia y todos tenemos mucho que perder si la empresa de investigación de la nación es destruida.

Las opiniones expresadas aquí son nuestras y no las de las Academias Nacionales ni de nuestras instituciones de origen.

El llamado de emergencia de los científicos es una advertencia clara sobre los riesgos de la manipulación y el debilitamiento de la ciencia. Si no se toman medidas para frenar estos ataques, la capacidad de Estados Unidos para innovar y proteger a su población se verá gravemente comprometida. La ciencia debe permanecer independiente y libre de presiones políticas, pues solo así podrá cumplir su misión de buscar la verdad y mejorar la vida de las personas.

Referencia:

  • Carta abierta al pueblo estadounidense. Link.


Descubre más desde Cerebro Digital

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.



Source link


Like it? Share with your friends!

431
131 shares, 431 points

0 Comments

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *