La contaminación por plástico en el mundo ha alcanzado niveles críticos, con millones de toneladas acumulándose cada año en vertederos y ecosistemas naturales. Sin embargo, un nuevo estudio publicado el 15 de enero en el Chemical Engineering Journal por investigadores de la Universidad de Kyushu en Japón ha logrado un descubrimiento: la transformación del plástico en hidrógeno mediante un fotocatalizador. Este descubrimiento no solo ayuda a reducir la contaminación por este material, sino que también proporciona una nueva fuente de energía renovable.

¿Cómo funciona el proceso de conversión del plástico en hidrógeno?
El proceso desarrollado por los investigadores consiste en el uso de un fotocatalizador, un material que puede absorber la luz para desencadenar una reacción química. En este caso, dicho fotocatalizador descompone el tereftalato de polietileno, un tipo de plástico común en botellas de agua, liberando hidrógeno en el proceso.
Lo más sorprendente es que este nuevo fotocatalizador ha demostrado ser 23 veces más eficiente en la producción de hidrógeno que otras tecnologías similares.
El tereftalato de polietileno (PET) es particularmente problemático para el medio ambiente, ya que su producción y descomposición natural generan grandes cantidades de contaminantes.
Al convertirlo en hidrógeno, se obtiene una doble ventaja: reducir la cantidad de plástico y generar energía limpia. Este hidrógeno resultante puede ser utilizado en diversos sectores, como la generación eléctrica para vehículos y la industria, lo que potencialmente podría disminuir la dependencia de combustibles fósiles: carbón, petróleo, gas natural.
Impacto ambiental y beneficios de esta tecnología
Cada año, el mundo produce más de 450 millones de toneladas de este material, de las cuales solo el 9% es reciclado. Esto deja un 91% de plástico que termina en vertederos, el océano o es incinerado, lo que contribuye a la crisis ambiental global.
Esta acumulación de plástico ha llevado al aumento de microplásticos, que son partículas de plástico menor a 5 milímetros que se forman por la degradación del plástico en el medio ambiente por acción del sol, el agua, el viento y los microorganismos. El aumento de estos residuos se ha vinculado con problemas cardiovasculares y un mayor riesgo de otras enfermedades.
Este innovador proceso de conversión de plástico en hidrógeno podría marcar un antes y un después en la lucha contra la contaminación plástica. Además de evitar la acumulación de estos residuos, permitiría aprovechar el material para generar energía limpia.
Además, esta tecnología podría reducir la proliferación de especies invasoras en los ecosistemas marinos, ya que el plástico flotante en los océanos facilita su expansión hacia nuevas regiones.
Otro punto clave es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Al sustituir combustibles fósiles con hidrógeno obtenido de plásticos, se podría disminuir significativamente la huella de carbono de numerosas industrias, alineándose con los objetivos de sostenibilidad a nivel mundial.

Otros avances en la descomposición del plástico
Este no es el único avance científico en la lucha contra la contaminación plástica. Investigadores en Corea del Sur han desarrollado un biocatalizador que acelera la degradación del plástico, mientras que en la Universidad de Boulder Colorado han logrado disolverlo en pocas horas mediante una reacción química específica.
Estos hallazgos reflejan el creciente interés por encontrar soluciones innovadoras a la crisis del plástico. Sin embargo, aunque estas tecnologías sean prometedoras, su implementación a gran escala puede llevar años.
Mientras tanto, es crucial que tanto las personas como las industrias reduzcan el consumo de este material, opten por alternativas sostenibles y promuevan el reciclaje adecuado.
El estudio de la Universidad de Kyushu representa un paso importante en la transformación de residuos en una fuente de energía útil. No solo contribuirá a disminuir la contaminación ambiental, sino que también ofrece una alternativa energética sostenible.
Aunque aún queda mucho por investigar y desarrollar, esta clase de innovaciones son clave para enfrentar los desafíos ecológicos del futuro. Mientras la ciencia avanza, también es necesario que como sociedad tomemos conciencia y adoptemos hábitos responsables en el uso de este material.
Referencias:
Groundbreaking Bio-catalyst Developed for Efficient PET Plastic Decomposition
Electricity-driven recycling of ester plastics using one-electron electro-organocatalysis
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