El reconocido actor Colin Farrell ha compartido con el público una decisión personal que, aunque dolorosa, está llena de amor y compromiso hacia su hijo mayor, James, quien fue diagnosticado con síndrome de Angelman, una rara condición genética que afecta las habilidades cognitivas y el desarrollo neurológico. A sus 21 años, James ya es considerado legalmente adulto por las autoridades estadounidenses, lo que ha llevado a su familia a un punto crucial: elegir el camino que garantice su bienestar a largo plazo.
Lejos de los focos y siempre discreto respecto a su vida privada, Farrell ha optado por romper el silencio para explicar por qué él y su exesposa, Kim Bordenave, han decidido que su hijo sea trasladado a un centro de atención permanente especializado. El actor irlandés reveló este cambio en una entrevista concedida a la revista Candis Magazine, en la que expresó que esta medida no es otra cosa que una forma profunda y responsable de demostrar amor: asegurarle a James un entorno estable, protegido y adaptado a sus necesidades.
En una entrevista anterior con la revista People, el actor ya había dejado ver su preocupación por lo que implicaría para James cumplir los 21 años. En Estados Unidos, esa edad marca un antes y un después para las personas con discapacidad, ya que se pierden ciertos beneficios de educación especial y asistencia que se brindan durante la infancia y adolescencia. “Lo que me angustia es pensar que, por cuestiones burocráticas, mi hijo quede al margen de la sociedad sin tener las herramientas necesarias para valerse por sí mismo”, expresó entonces el actor.
Farrell reconoció que hablar públicamente sobre su hijo no fue una decisión fácil. “Esta es la primera vez que lo hago, y lo hago porque James no puede decidir si quiere o no que esto se cuente”, señaló. Sin embargo, dejó claro que busca dar visibilidad a la realidad de muchas familias que viven situaciones similares. “Hablo con él como si pudiera comprender todo, como si tuviera plena conciencia de lo que le digo. Y aunque no pueda responderme con palabras, sé que está presente en cada conversación”, añadió.
El ingreso de James a una residencia especializada no fue tomado a la ligera. El actor explicó que él y Kim debatieron durante mucho tiempo esta posibilidad, siempre buscando lo mejor para su hijo. “Lo importante es que James pueda tener una vida plena, donde se sienta acompañado y feliz”, explicó, destacando que el amor, aunque poderoso, a veces no es suficiente para ofrecer todo lo que una persona con una condición como esta necesita.
Anticipándose a posibles críticas, Farrell fue claro y directo: “Algunos padres quieren cuidar a sus hijos en casa para siempre, y lo respeto profundamente. Pero ¿qué pasaría si mañana yo sufriera un infarto y su madre tuviera un accidente? James quedaría a la deriva, bajo la tutela del Estado, y nosotros no podríamos hacer nada para evitarlo. Esta decisión nos da la tranquilidad de saber que estará bien, pase lo que pase”.
Movido por esta experiencia personal, el actor fundó en 2024 la Colin Farrell Foundation, una organización destinada a apoyar a familias que enfrentan desafíos similares. A través de programas educativos, de inclusión social y apoyo emocional, busca construir un entorno más comprensivo y accesible para personas con discapacidades cognitivas.
Esta decisión marca un capítulo significativo en la vida de Colin Farrell. Más allá del glamour de Hollywood, el actor se ha mostrado como un padre comprometido, dispuesto a hacer lo necesario para proteger y garantizar el futuro de su hijo. Una historia que recuerda que, muchas veces, el mayor acto de amor es saber cuándo pedir ayuda y confiar en que otros también pueden cuidar de quienes más queremos.
0 Comments