Con sus nidos situados en lo alto de grandes árboles, el Jabiru mycteria corre el riesgo de que sus crías sufran ataques de aves como el carancho (Caracara plancus), el aguilucho grande (Circus buffoni) y el aguilucho pampa (Busarellus nigricollis), que también tienen una envergadura robusta, explica el documento del Museo del Cerrado.
Cuando caminan por el suelo sobre sus largas y delgadas patas, los ejemplares de Jabiru mycteria pueden ser atacados por los jaguares, tanto adultos como cachorros, señala la fuente especializada.
Otra curiosidad de este animal es que no tiene plumas en todas las partes del cuerpo. “La piel de la cabeza y el cuello carece de plumas y es negra. En la parte superior de la cabeza suele haber un mechón de pelo plateado“, explica Animal Diversity Web (ADW), una base de datos en línea sobre historia natural.
También cabe destacar que una franja de piel de no más de 75 milímetros alrededor de la parte inferior del cuello del animal muestra si se siente tranquilo o irritado. “Cuando el jabirú está inactivo, la banda es de un rosa intenso; si está irritado, se vuelve de color escarlata“, indica la fuente
Según las plataformas de información sobre animales ADW y UICN, esta ave puede alcanzar hasta 1.60 metros de altura y pesar unos 8 kilogramos. “Su envergadura es de 2.6 metros de media, y solo su pico, negro y ancho, puede alcanzar los 30 centímetros“, detalla ADW.
“Los machos son notablemente más grandes que las hembras y tienen un pico más largo y recto”, continúa la plataforma. Este tamaño obliga al animal a adaptarse para poder volar. La base de datos de historia natural agrega que el animal suele dar “dos o tres saltos antes de poder volar y, durante el vuelo, lleva el cuello extendido con una protuberancia formada por la piel suelta de la garganta”.
Sus alas baten con relativa lentitud, señala la fuente, y “cada 5 a 8 batidos, experimentan un breve periodo de planeo en el aire“, concluye la plataforma animal.
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