Depredador de escorpiones: 5 datos sobre el animal inmune al veneno de ese arácnido


Las zarigüeyas son mamíferos marsupiales de la familia Didelphimorphia, detalla Animal Diversity Web (ADW), una enciclopedia en línea mantenida por el Museo de Zoología de la Universidad de Michigan (Estados Unidos). En gran parte de Sudamérica, la especie más común de zarigüeya es la comadreja común u overa (Didelphis albiventris).

Se encuentran en el norte y el este de Sudamérica, desde Colombia hasta la Guayana Francesa, pasando por el centro de Argentina. También existen en Brasil, BoliviaParaguay Uruguay. Sin embargo, dentro de esta área de distribución, están excluidos de la cuenca del Amazonas, según ADW.

En toda la región donde es endémica, existen cuatro especies diferentes de zarigüeyas, explica la bióloga. Ellas son: Didelphis auritaD. albiventrisD. imperfectaD. marsupialis. Hay otras dos especies que habitan en América (D. virginiana D. pernigra), pero son más comunes en Norteamérica.

Las zarigüeyas suelen verse en zonas urbanas, debido a la disponibilidad de comida y refugio. A veces, en busca de comida, pueden acercarse a la basura mal empaquetada o a restos de comida para mascotas. Además, “pueden entrar en lugares que consideran tranquilos y seguros para su camada, como tejados, tuberías y depósitos de agua, entre otros lugares de la trama urbana”, explica el sitio web de la Universidad de Brasilia (UNB).

Estos marsupiales se consideran grandes aliados para el control de plagas. Esto se debe a que se consideran generalistas y oportunistas, y comen todo lo que encuentran, desde fruta hasta insectos, huevos, pequeños anfibios e incluso otros mamíferos. Incluso se alimentan de animales peligrosos como escorpiones, serpientes y caracoles africanos, entre otros animales venenosos o transmisores de enfermedades, según el sitio web de la UNB. 

Son inmunes a las toxinas de la mayoría de los animales venenosos, por lo que se alimentan de ellos y no sufren las consecuencias, convirtiéndose en depredadores que ayudan a controlar la proliferación de plagas. Según la bióloga brasileña, es muy posible que en los lugares donde haya zarigüeyas disminuya el número de escorpiones. 

La picadura de un escorpión no tiene ningún efecto sobre ellas, pero es comprensible que no aguanten las picaduras y dejen vivo al escorpión. Suelen comérselo y pasar al siguiente, ya que forma parte de su comportamiento matar a un animal, comérselo y pasar a otro alimento”, explica la especialista.

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