Los incendios forestales que azotan California, mientras una tormenta de viento azota la región, están siendo devastadores, por ello el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California desplegó ayer, jueves 9 de enero, a 783 bomberos encarcelados.
Este equipo se encuentra al mando del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California y sus casi 2.000 bomberos, demostrando la gravedad de los incendios fuera de control.
Bomberos encarcelados en casos de emergencia

El Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR) gestiona más de 30 campamentos de conservación, donde las personas encarceladas reciben capacitación en extinción de incendios y otras habilidades relacionadas con la respuesta a desastres. Estos campamentos, de mínima seguridad, albergan a más de 1,800 bomberos que, junto a Cal Fire, ayudan a combatir incendios, inundaciones y otros desastres naturales.
Durante la reciente tormenta de viento que avivó los incendios en el condado de Los Ángeles, el CDCR desplegó inicialmente a 395 bomberos encarcelados. Un día después, la cifra se duplicó, destacando su relevancia en momentos críticos. Estos equipos, junto con personal de apoyo, se encargan de tareas como cortar líneas de fuego y retirar combustible detrás de estructuras para frenar la propagación de las llamas.
Aunque los salarios son modestos, oscilando entre $5.80 y $10.24 por día más $1 por hora durante emergencias activas, muchos participantes valoran la oportunidad de hacer un trabajo significativo mientras cumplen sus condenas. Según el CDCR, algunos bomberos encarcelados pueden optar por certificaciones profesionales y un proceso acelerado de eliminación de antecedentes penales tras su liberación, lo que facilita su integración laboral en servicios de emergencia como Cal Fire.
En un trabajo heroico

A pesar de los beneficios que ofrece el programa, los bomberos encarcelados enfrentan desafíos que podrían ser bastante inquietantes. Las largas jornadas de trabajo en condiciones extremas son agotadoras y peligrosas. Amika Mota, quien trabajó como bombera mientras estaba encarcelada, destacó que los equipos encarcelados suelen asumir las tareas más arduas, ganándose el respeto de otros equipos, pero también enfrentando un alto costo físico y emocional.
Otro reto es la reintegración laboral tras cumplir su condena. Aunque cuentan con experiencia y capacitación, muchas personas reportan dificultades para acceder a empleos estables en el sector de extinción de incendios. Esto se debe, en parte, al estigma asociado con haber estado encarcelado y a los procesos burocráticos que dificultan la obtención de certificaciones profesionales.
Además, aunque los salarios dentro del programa son más altos que otros trabajos disponibles en prisión, muchas personas aún luchan para cubrir necesidades básicas o enviar dinero a sus familias. Como señaló Mota, estos ingresos no permiten ahorrar para una vida fuera de prisión, lo que limita las posibilidades de una reintegración plena.
El futuro de los bomberos encarcelados durante la tragedia

El papel de los bomberos encarcelados en la lucha contra los colosales incendios forestales es vital para California. Sin embargo, es necesario un esfuerzo mayor para garantizar que estas personas reciban el apoyo que necesitan para continuar desarrollándose tras su liberación.
Programas como el del CDCR son un modelo de cómo los bomberos encarcelados pueden contribuir positivamente a la sociedad, pero también resaltan la necesidad de abordar las inequidades en sus condiciones laborales y oportunidades futuras. El trabajo heroico que realizan no solo salva vidas y propiedades, sino que también ofrece una oportunidad de redención y propósito para quienes participan.
Los bomberos encarcelados representan una fuerza indispensable en la lucha contra los incendios forestales en California. Aunque su labor es ardua y poco reconocida, su impacto es invaluable.
Este programa no solo enfrenta emergencias climáticas, sino que también plantea interrogantes sobre justicia laboral y reintegración social. El compromiso de estas personas es un recordatorio del poder transformador de la rehabilitación y el potencial de quienes buscan una segunda oportunidad.
Referencia:
- The Guardian/‘Essential’: nearly 800 incarcerated firefighters deployed as LA battles wildfires. Link.
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