Según un artículo de National Geographic sobre el tema, se han identificado cuatro tipos diferentes de neumonía, aunque los síntomas son muy similares. La enfermedad se clasifica en función de su causa, por lo que puede ser bacteriana, vírica, fúngica o adquirida en el hospital. La inhalación de productos tóxicos derivados de la contaminación atmosférica también provoca esta enfermedad.
Sin embargo, la mayoría de las veces no hay forma de saber si la neumonía está causada por una bacteria, un virus o un hongo solo mediante un examen. “En su lugar, los especialistas tratan la neumonía basándose en los síntomas y el historial médico del paciente, utilizando esta información para determinar el mejor curso de tratamiento”, informa el artículo de NatGeo.
De acuerdo a esa fuente, la neumonía bacteriana es el tipo más común y se trata con antibióticos. Cuanto antes se administren, mayores serán las posibilidades de curación y de reducir la gravedad de los casos.
En la secuencia de diagnósticos se encuentran los casos de neumonía vírica, causada por organismos como el SARS-CoV-2 (el virus de la COVID-19) o el VRS. Se trata de “un virus respiratorio que suele provocar síntomas leves, similares a los del resfriado y la gripe”, señala el texto de NatGeo. “Muchas de estas infecciones víricas comienzan en las vías respiratorias superiores y luego descienden a los pulmones”, concluye.
Un proceso muy similar de inflamación de los pulmones se produce con la tuberculosis, que también es una enfermedad infecciosa, pero mucho más transmisible. Está causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, también conocida como bacilo de Koch.
Aunque “afecta principalmente a los pulmones, también puede afectar a otros órganos y/o sistemas”, explica un artículo sobre el tema publicado en el sitio web del Ministerio de Salud brasileño.
Los pacientes con tuberculosis pueden desarrollar casos graves de neumonía, como la neumonía tuberculosa. “Se trata de una forma clínica de tuberculosis pulmonar más rara que la forma ganglio-pulmonar”, explica un estudio de caso publicado por la Sociedad de Pediatría de Rio Grande do Sul.
Es importante no confundir ambas enfermedades. La neumonía común, por ejemplo, puede estar causada por varias bacterias, mientras que la tuberculosis solo está causada por el bacilo de Koch.
La tuberculosis también tiene una duración más larga (por eso es más contagiosa). Sus síntomas incluyen, por ejemplo, tos que dura tres semanas o más y puede ser seca o incluir flema, explica el Ministerio de Salud brasileño. La neumonía común, en cambio, empeora de forma más aguda y rápida.
También hay que destacar que el tratamiento de la tuberculosis es largo y, si no se hace correctamente, “puede dar lugar al desarrollo de tuberculosis farmacorresistente”, es decir, aquella que resiste a los antibióticos.
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