“Todos los tatuajes que tengo me han llevado tres años: desde que empecé a pensar en ellos hasta que encontré al artista adecuado y hablé con él sobre el simbolismo que había detrás”, expresa Tahiarii Yoram Pariente, asesor cultural y conservador polinesio afincado en Raʻiātea.
“El dolor y el simbolismo en el acto del tatuaje es muy interno, y lo que ves no es necesariamente lo que obtienes. La gente no entiende automáticamente tu historia solo con ver tu tatuaje. Es solo la tapa externa del libro que conforma la persona completa”.
Una vez que la gente entiende que siempre hay un significado y una historia detrás de los tatuajes polinesios, Samuela cree que dedican más tiempo a pensar en lo que quieren y en cómo quieren conmemorar su viaje. “Los tatuajes forman parte de nuestras vidas. Es algo cultural, y no una moda“, dice. “Siempre me ha interesado compartir el arte tradicional del tatau con otras personas”.
Como ocurre con muchas cosas que hay que tener en cuenta como turista en un destino, en última instancia se trata de respetar los deseos de los pueblos originarios. Muchas de estas culturas están vivas y prosperan. Si creen que hay que dejar de lado elementos de su arte, ese sentimiento merece respeto.
“La gente no se da cuenta de que la principal diferencia entre el tatuaje tradicional y el moderno es que en las culturas tradicionales era una señal de conformidad con las normas culturales“, señala Allen. “Esto es muy diferente a lo que ocurre en la cultura occidental, donde un tatuaje suele marcar la individualidad”.
Aunque los artistas del tatuaje aconsejan cuidado y consideración a la hora de elegir cómo conmemorar su historia personal, animan a los turistas a no perder el interés. Tata destaca lo positivo de ser curioso y sensible a los orígenes tradicionales del tatau. “No hay que tener miedo a los tatuajes”, indica. “Creo que es un honor compartir mi cultura con los demás, y es una forma de llevar mi cultura a todo el mundo”.
De vuelta al estudio de Samuela, una salamanquesa corre a ráfagas por la pared y un curioso caballo asoma la cabeza por la ventana abierta. Miro el símbolo fresco en mi pierna. Para un extraño, el símbolo ondulado en negro puede parecer simplemente un diseño bonito. Para mí, cuenta una historia importante de mi vida: mi conexión con el agua y los viajes, así como mi trabajo como escritora en el que comparto historias de personas y lugares.
La cultura polinesia, y su lugar en la historia que cuentan tus tatuajes, se convierte en una parte duradera de ti. “Naces desnudo y sin nada. Durante tu vida acumulas recuerdos, y al final, cuando mueres, lo dejas todo”, dice Pariente. “Lo único que adquieres durante tu vida y que va contigo después de morir son tus tatuajes“.
“Lo que ves en la piel es un subproducto del tatuaje: es la piel que creas. Tallas la historia de tu vida en tu piel”, añade Pariente. “Es un poco de eternidad”.
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