La zona sur de Florianópolis también contiene numerosas bellezas naturales que merece la pena visitar, y Campeche es una de ellas. El barrio alberga la playa de Campeche y, justo enfrente, la Isla de Campeche.
El nombre de esta región tiene un curioso origen histórico: en los años 1920, cuando el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry (autor del famoso libro El Principito) quedó encantado con la zona mientras trabajaba en un vuelo entre Buenos Aires y Río de Janeiro que haría escala en Florianópolis. Pasó por la ciudad, conoció el lugar y lo bautizó “Campo de Pesca” (en francés champ de pêche), que con el tiempo se convirtió en “campeche”, según la web de turismo local.
La playa de Campeche es perfecta para unas vacaciones en familia: cuenta con una amplia extensión de arena dorada y aguas cristalinas, a menudo tranquilas. También es ideal para practicar kitesurf, senderismo y paseos, como visitar la isla del mismo nombre que se encuentra enfrente.
La Isla de Campeche es un tesoro escondido de Florianópolis. Con sus aguas transparentes, sus playas vírgenes y su rica diversidad de fauna y flora, es una visita obligada. Es un refugio tranquilo, con senderos que conducen a miradores con vistas impresionantes. Según el sitio web de turismo local, también cuenta con un yacimiento arqueológico bien conservado con inscripciones rupestres, que solo puede visitarse con guía.
Desde principios de 2025, las visitas a la Isla de Campeche están sujetas a nuevas directrices debido a la preservación de la naturaleza y los yacimientos prehistóricos: según el Ayuntamiento, hay que adquirir un billete individual por adelantado, que es gratuito, pero que garantiza que un máximo de 800 personas al día visiten la isla.
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