lo que su genética puede enseñarnos


Los elefantes, a pesar de su enorme tamaño y longevidad, tienen tasas sorprendentemente bajas de cáncer. Este misterio intrigó durante años a científicos, hasta que un estudio publicado en la revista científica eLife descifró la clave en su ADN. Los elefantes poseen múltiples copias de un poderoso gen supresor tumoral llamado TP53, lo que les proporciona una ventaja genética natural para combatir el cáncer.

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El enigma de la Paradoja de Peto

A nivel teórico, los animales grandes y longevos deberían tener más probabilidades de desarrollar cáncer. Esto se debe a que, con más células y más tiempo de vida, hay más oportunidades para que ocurran mutaciones que lleven a tumores. Sin embargo, la evidencia empírica ha demostrado lo contrario. Este fenómeno, conocido como la Paradoja de Peto, fue planteado por el epidemiólogo Richard Peto en los años 70 y sugiere que los grandes mamíferos han desarrollado mecanismos evolutivos especiales para protegerse contra el cáncer.

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Estadistico y Epidemiólogo Richard Peto

Los elefantes son el ejemplo más llamativo. Con cuerpos que contienen alrededor de 100 veces más células que los humanos y una esperanza de vida de 60 a 70 años, deberían tener una incidencia mucho mayor de cáncer. Pero los datos muestran que solo alrededor del 5 % de los elefantes mueren por cáncer, en comparación con un 11–25 % en humanos. Este contraste llevó a científicos a buscar explicaciones a nivel genético que pudieran aclarar cómo estos animales se defienden tan eficazmente de esta enfermedad.

El papel del gen TP53 en la lucha contra el cáncer

En 2015, el doctor Joshua Schiffman, autor principal del estudio, descubrió que los elefantes poseen al menos 20 copias funcionales del gen TP53, mientras que los humanos solo tienen una. Este gen es fundamental porque actúa como una especie de «guardia de seguridad» del ADN: detecta daños y ordena la muerte de las células dañadas antes de que puedan replicarse y convertirse en tumores.

La presencia de tantas copias de TP53 en los elefantes significa que sus cuerpos tienen una red mucho más robusta para eliminar células peligrosas desde el primer momento. En pruebas de laboratorio, las células de elefantes mostraron una mayor tasa de apoptosis (muerte celular programada) en respuesta al daño en el ADN, lo que demuestra que su sistema de defensa es más agresivo y eficaz que el de los humanos.

Este descubrimiento no solo resuelve el misterio de su baja incidencia de cáncer, sino que también ha despertado un gran interés en la comunidad científica. Comprender cómo funcionan estas copias adicionales de TP53 abre la puerta a nuevas estrategias de prevención y tratamiento del cáncer en humanos, como terapias génicas o fármacos que imiten este mecanismo natural.

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Implicaciones para la investigación médica humana

El estudio de la genética de los elefantes no es solo una curiosidad científica, sino una fuente real de inspiración para la medicina moderna. Si la naturaleza ha resuelto el problema del cáncer en especies como los elefantes mediante duplicaciones de genes supresores de tumores, ¿por qué no intentar imitar este modelo?

Los investigadores ahora están explorando cómo introducir copias adicionales del gen TP53 en células humanas o desarrollar medicamentos que potencien su función. También se estudian otros animales longevos y grandes, como las ballenas, que podrían ofrecer soluciones complementarias. La biología comparativa se ha convertido en una herramienta poderosa para descubrir nuevas vías terapéuticas.

Este tipo de investigación representa un cambio de paradigma: no solo buscar curas para el cáncer, sino aprender de especies que ya han desarrollado soluciones naturales eficaces. Aunque aún estamos lejos de aplicar estos hallazgos en la práctica clínica, el camino está trazado, y los elefantes nos han dado una pista genética muy prometedora.

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La extraordinaria resistencia al cáncer de los elefantes es un recordatorio de que la evolución puede ser una aliada poderosa en la medicina. A través de la expansión del gen TP53, estos animales nos ofrecen una lección valiosa sobre cómo reforzar nuestras defensas. Lo que comenzó como una paradoja biológica se ha transformado en una fuente de esperanza para la lucha humana contra el cáncer.

Referencia:

  • TP53 copy number expansion is associated with the evolution of increased body size and an enhanced DNA damage response in elephants. Link.


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