La hierba limón, o limoncillo, despierta los sentidos con su brillante sabor cítrico y su cálido aroma, que la hacen muy apreciada en la cocina herbal y la botica.
En Jamaica recibe el apodo de “hierba de la fiebre” porque se toma para refrescar el cuerpo y tratar el resfriado común. Sus fragantes componentes son diaforéticos, es decir, favorecen la sudoración. Refrescantes y reconstituyentes, las hojas de limoncillo levantan el ánimo de quienes sufren agotamiento emocional o físico. Añadidas a un baño caliente, aportan un aroma energizante y una energía de pura alegría.
Los jugosos tallos de las hojas también pueden machacarse o picarse para añadir un fragante sabor a limón a los platos de inspiración asiática.
También se utiliza en la medicina tradicional para una serie de dolencias domésticas comunes. Es un carminativo aromático capaz de aliviar los gases y la hinchazón. Una taza de té de hierba limón o un mordisco de sus hojas puede ser un remedio calmante para el malestar estomacal. Como antiespasmódico fiable, el té o la tintura de hierba limón también pueden aliviar los dolores menstruales.
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