Investigadores han desarrollado un método basado en electricidad que triplica la velocidad de cicatrización de heridas. Este avance podría ser clave para personas con diabetes y adultos mayores, quienes enfrentan dificultades para la curación de lesiones. El hallazgo abre nuevas posibilidades en el tratamiento de heridas crónicas y su impacto en la medicina regenerativa.
Cómo la electricidad acelera la cicatrización de heridas

Un equipo de científicos de la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia) y la Universidad de Friburgo (Alemania) ha confirmado una hipótesis antigua: la estimulación con electricidad de la piel dañada puede acelerar significativamente su regeneración. Este descubrimiento es particularmente relevante para pacientes con heridas crónicas, que pueden derivar en infecciones graves o amputaciones.
La clave de este avance radica en la electrotaxis, un fenómeno en el que las células cutáneas responden a campos eléctricos, migrando en una dirección específica. Bajo condiciones normales, las células de la piel se mueven aleatoriamente, pero con la aplicación de un campo eléctrico, su movimiento se organiza, favoreciendo una regeneración más rápida.
Para probar esta teoría, los investigadores desarrollaron un biochip especial en el que cultivaron células cutáneas y provocaron pequeñas heridas. Luego, aplicaron un campo eléctrico a una de ellas, mientras la otra cicatrizaba sin estimulación. Los resultados fueron sorprendentes:
«Logramos demostrar que la estimulación eléctrica acelera significativamente la cicatrización de heridas. La herida estimulada con electricidad sanó tres veces más rápido que la herida sin tratamiento», afirmó Maria Asplund, profesora asociada de Bioelectrónica en Chalmers y líder del estudio.
Estos hallazgos podrían revolucionar el tratamiento de heridas crónicas, proporcionando una alternativa más eficaz y menos invasiva en comparación con los métodos convencionales.
Un gran avance para pacientes diabéticos

Las heridas de difícil cicatrización son un problema común en personas con diabetes, quienes presentan una regeneración tisular más lenta y un mayor riesgo de complicaciones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 11 adultos en el mundo padece algún tipo de diabetes, lo que hace que este hallazgo tenga un impacto global.
Los investigadores analizaron modelos de heridas en células afectadas por la diabetes y descubrieron que, sin tratamiento, estas heridas cicatrizaban mucho más lentamente. Sin embargo, con la aplicación de estimulación con electricidad, las células con características diabéticas mostraron una recuperación similar a las células sanas.
«Observamos que, al simular la diabetes en las células, las heridas cicatrizaban muy lentamente. Sin embargo, con la estimulación eléctrica, logramos que la curación fuera casi tan rápida como en células sanas», explicó Asplund.
Estos resultados sugieren que la electroestimulación podría convertirse en una solución viable para reducir el tiempo de recuperación en pacientes diabéticos, disminuyendo el riesgo de infecciones y complicaciones graves.
El futuro de la electroestimulación en medicina

El siguiente paso en esta investigación es desarrollar dispositivos que puedan aplicarse en tratamientos con electricidad personalizados. Aunque ya existen productos en el mercado que utilizan electroestimulación para la curación de heridas, los investigadores buscan perfeccionar la tecnología para adaptarla a las necesidades individuales de cada paciente.
Con una reciente subvención, el equipo de Chalmers continuará investigando cómo diferentes tipos de células de la piel responden a la estimulación eléctrica. Su objetivo es diseñar un sistema que permita escanear las heridas y ajustar la intensidad del campo eléctrico de forma personalizada, optimizando el proceso de cicatrización.
«Queremos desarrollar un concepto que permita adaptar la estimulación a cada herida en particular. Creemos que esta es la clave para mejorar el tratamiento de personas con heridas de cicatrización lenta», afirmó Asplund.
Este enfoque podría marcar un antes y un después en la medicina regenerativa, ofreciendo una alternativa eficiente y personalizada para la curación de heridas crónicas.
El uso de la electricidad para acelerar la cicatrización representa una innovación con un enorme potencial en el tratamiento de heridas crónicas. Al demostrar que la electroestimulación puede triplicar la velocidad de curación, este avance abre la puerta a nuevas terapias que podrían mejorar significativamente la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.
Referencia:
- Lab on a Chip/Bioelectronic microfluidic wound healing: a platform for investigating direct current stimulation of injured cell collectives. Link.
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