El reconocimiento de la sintiencia en pulpos, cangrejos y langostas marca un hito en la legislación del bienestar animal. Una enmienda al Proyecto de Ley de Bienestar Animal (Sintiencia) del Reino Unido los incluye ahora dentro de su alcance, tras la revisión científica de la London School of Economics and Political Science (LSE) publicada el 19 de noviembre de 2021. Aunque no afectará a la industria pesquera ni a la gastronomía, garantizará que su bienestar se considere en futuras decisiones gubernamentales.

Evidencia científica de la sensibilidad de pulpos, cangrejos y langostas
El informe que respalda esta decisión fue dirigido por el Dr. Jonathan Birch y se basó en el análisis de más de 300 estudios científicos. La investigación concluyó que pulpos, calamares, sepias, cangrejos, langostas y otros crustáceos decápodos poseen sistemas nerviosos complejos y exhiben comportamientos que sugieren sensibilidad.
Esto significa que pueden experimentar dolor, angustia y daño de manera similar a otros animales ya protegidos por la legislación.
Uno de los principales argumentos del informe es la inconsistencia existente en la protección de estos animales. Mientras que los cefalópodos han estado protegidos en el ámbito científico desde hace tiempo, no existía regulación para su protección en otros ámbitos, como el comercial.
Este reconocimiento en la legislación general garantiza un trato más humano hacia estos animales y sienta un precedente importante para futuras medidas de bienestar animal.
Implicaciones para la industria y el comercio
La inclusión de pulpos, cangrejos y langostas en la legislación de bienestar animal conlleva cambios significativos en la manera en que estos animales son manejados en la industria. La revisión realizada por la LSE recomienda la eliminación de prácticas consideradas crueles, como la extracción de garras, la ablación del pedúnculo ocular y la venta de crustáceos vivos a personas no capacitadas.
Uno de los aspectos más debatidos es el método de sacrificio de estos animales. La ebullición en vivo sin aturdimiento es una práctica común que, según la evidencia científica, provoca un sufrimiento innecesario.
La investigación recomienda la implementación de métodos más humanitarios de aturdimiento y sacrificio para reducir el dolor. Además, se proponen mejores prácticas para el transporte de estos animales, garantizando condiciones más seguras y menos estresantes.
Estas regulaciones podrían afectar a diversos sectores comerciales, incluyendo la restauración y la pesca, que deberán adaptar sus procedimientos para cumplir con los nuevos estándares de bienestar animal. Si bien esto podría suponer costos adicionales a corto plazo, también representa un avance en la ética del trato hacia los animales y podría mejorar la imagen de los productos marinos del Reino Unido a nivel internacional.
Declaraciones y perspectivas futuras

El Ministro de Bienestar Animal, Lord Goldsmith, ha enfatizado que esta medida refuerza el compromiso del Reino Unido con el bienestar animal. Según él, esta legislación garantizará que el dolor y la sensibilidad de estos animales sean considerados en futuras decisiones legales. Este cambio legislativo forma parte del Plan de Acción para el Bienestar Animal, que busca posicionar al Reino Unido como líder en la protección de los derechos de los animales.
El doctor Jonathan Birch, principal investigador del informe de la LSE, celebró la decisión del gobierno, destacando que representa un paso adelante en la inclusión de especies frecuentemente ignoradas en las regulaciones de bienestar animal.
Según Birch, la consideración de la sensibilidad en estos invertebrados es una cuestión de coherencia y justicia en la legislación sobre el bienestar animal.
A futuro, se espera que esta medida inspire a otros países a revisar sus propias legislaciones sobre la protección de los invertebrados marinos. La creciente evidencia científica podría fomentar cambios similares en la Unión Europea y otras naciones, promoviendo un trato más ético y humano hacia estos animales.
La decisión del Reino Unido de ampliar la protección legal a pulpos, cangrejos y langostas marca un hito en la legislación sobre bienestar animal. Basada en evidencia científica sólida, esta medida no solo reconoce la sensibilidad de estos animales, sino que también establece nuevos estándares para su manejo y sacrificio.
Si bien la adaptación a estas normativas podría representar desafíos para la industria, el cambio es un paso crucial hacia un trato más humano de todas las especies.
Referencias:
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