Bajo los 14 metros de hielo del Lago Enigma, en la remota Tierra Victoria de la Antártida, los científicos han descubierto un ecosistema microbiano que desafía las expectativas. Este hallazgo revela cómo la vida puede prosperar en condiciones extremas e inhóspitas, ofreciendo una nueva perspectiva sobre la biología terrestre y alimentando las esperanzas de encontrar vida en otros mundos helados, como Europa, la luna de Júpiter, o Encélado, la luna de Saturno.
El Lago Enigma: Un mundo oculto bajo el hielo

El Lago Enigma, identificado por primera vez en 1989, se consideró inicialmente completamente congelado. Sin embargo, investigaciones con radar en 2019 y 2020 revelaron una sorprendente capa de agua líquida estratificada debajo del hielo. Este entorno, considerado oligotrófico por sus bajos niveles de nutrientes, alberga un ecosistema único de microorganismos que han logrado adaptarse a una vida en aislamiento extremo, temperaturas gélidas y una ausencia casi total de luz.
Para explorar este enigmático mundo, los científicos perforaron la capa de hielo de 14 metros y utilizaron cámaras submarinas para estudiar las esteras microbianas: densas colonias de microorganismos que forman biopelículas. Estas estructuras, que alcanzan hasta 40 centímetros de altura y 60 de ancho, son evidencia de una vibrante actividad biológica en un entorno que, hasta hace poco, se creía inhabitable.
Uno de los hallazgos más impactantes fue el predominio de bacterias ultrapequeñas del superfilo Patescibacteria. Estas bacterias, caracterizadas por genomas mínimos y metabolismos altamente especializados, desafían las nociones tradicionales sobre las condiciones necesarias para la vida. Su presencia subraya la capacidad de la vida para adaptarse a entornos químicos y biológicos radicalmente diferentes.
Diversidad y adaptación

El ecosistema del Lago Enigma se distingue por su complejidad. Mientras que en otros lagos antárticos las cianobacterias suelen dominar, en este caso están prácticamente ausentes de la columna de agua y el hielo. En cambio, estas bacterias fotosintéticas se encuentran en las extensas alfombras microbianas del lecho del lago. Este fenómeno destaca que el ecosistema del Lago Enigma depende de vías biológicas y químicas únicas para su supervivencia.
Además de la diversidad microbiana, los científicos observaron interacciones simbióticas y depredadoras entre los microorganismos. Estas dinámicas complejas, inusuales en entornos tan extremos, revelan una red alimentaria más sofisticada de lo que se había previsto.
“El ecosistema del Lago Enigma es un claro ejemplo de cómo las formas de vida pueden desarrollar estrategias innovadoras para sobrevivir”, explicaron los investigadores en su publicación en Nature Communications Earth & Environment.
¿Podría ayudar a buscar vida extraterrestre?

El descubrimiento de vida microbiana en el Lago Enigma no solo amplía nuestra comprensión de la biología terrestre, sino que también tiene profundas implicaciones para la astrobiología. Las condiciones del lago —agua líquida atrapada bajo una capa de hielo, con nutrientes mínimos y temperaturas extremas— son análogas a los entornos que podrían existir en los océanos subterráneos de Europa y Encélado.
“Los hallazgos del Lago Enigma ofrecen un modelo para explorar posibles ecosistemas extraterrestres”.
Así señaló Stefano Urbini, coordinador del proyecto ENIGMA. Estos resultados sugieren que, si existe vida en esos mundos helados, podría tener características similares a las observadas en el lago antártico.
El estudio de microorganismos adaptados a condiciones extremas también puede ayudar a predecir cómo la vida podría evolucionar en planetas con climas hostiles, proporcionando pistas sobre los límites de la habitabilidad en el cosmos.
El Lago Enigma, oculto bajo 14 metros de hielo en la Antártida, ha revelado un ecosistema sorprendentemente diverso y activo. Este descubrimiento no solo redefine las posibilidades de la vida en la Tierra, sino que también abre nuevas puertas para la exploración de mundos helados en nuestro sistema solar.
Referencia:
- Nature Communications Earth & Environment/The perennially ice-covered Lake Enigma, Antarctica supports unique microbial communities. Link.
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