Un experimento en la oscuridad


En 1962, un joven científico francés llamado Michel Siffre emprendió un experimento revolucionario: vivir aislado en una cueva durante 63 días, sin noción del tiempo, para estudiar cómo la falta de señales externas afecta al cuerpo humano. Su investigación no solo sentó las bases de la cronobiología, el estudio del reloj biológico, sino que también llamó la atención de la NASA por su impacto en la exploración espacial. Esta es la historia de un experimento que redefinió nuestra comprensión del tiempo y del ser humano.

El origen del experimento Michel Siffre

Michel Siffre y el Descubrimiento del Tiempo Humano: Un Experimento en la Oscuridad

En plena carrera espacial, Michel Siffre, un joven de 23 años, tuvo una idea revolucionaria. Fascinado por las preguntas sobre la percepción del tiempo, decidió que la mejor manera de estudiarlo era mediante el aislamiento total, sin acceso a relojes, luz solar ni contacto humano.

Con este objetivo en mente, Siffre descendió 130 metros en el abismo de Scarasson, una cueva ubicada en los Alpes de Liguria. Allí montó un pequeño campamento, llevando consigo solo lo esencial: una linterna, algunos suministros y equipos científicos rudimentarios.

El propósito del experimento era entender cómo el cuerpo humano responde a la ausencia de ciclos de luz y oscuridad, que normalmente regulan nuestras actividades diarias. ¿Qué sucede con nuestra percepción del tiempo cuando estamos completamente desconectados del mundo exterior?

Vivir en la oscuridad absoluta

El protocolo científico de Michel Siffre era tan simple como brillante. Desde la cueva, contactaba a un equipo en la superficie después de despertarse, antes de dormir y al comer, reportando sus actividades sin saber qué hora o día era. El equipo registraba estos datos y realizaba pruebas psicológicas y físicas para monitorear su estado.

Las condiciones en la cueva eran extremas. La humedad era altísima, las temperaturas rondaban los cero grados, y la oscuridad era absoluta, excepto por la luz de una bombilla que Michel Siffre encendía cuando era necesario. Durante 63 días, vivió completamente aislado, leyendo, escribiendo y realizando investigaciones.

Sin embargo, no tardó en notar los efectos psicológicos del aislamiento. La falta de estímulos externos hizo que comenzara a experimentar lo que describió como un «día largo». Los eventos se mezclaban, y con el tiempo, perdió completamente la noción del paso del tiempo.

El descubrimiento: un reloj interno fuera de sincronía

Uno de los hallazgos más importantes del experimento fue que, incluso sin referencias externas, el cuerpo humano sigue un ciclo natural. Sin embargo, este ciclo no está estrictamente alineado con las 24 horas del día. A medida que pasaban las semanas, Michel Siffre notó que sus «días» se alargaban, alcanzando hasta 48 horas en algunos momentos.

En una prueba psicológica clave, Siffre tenía que contar del 1 al 120, estimando un segundo por número. Para su sorpresa, tardaba cinco minutos en completar la tarea, creyendo que solo habían pasado dos. Esto reveló que su percepción del tiempo se había ralentizado drásticamente.

Cuando el experimento terminó y Siffre emergió de la cueva, sus colegas le informaron que había llegado el día de su salida. Él, sin embargo, estaba convencido de que le quedaba un mes más. «Mi tiempo psicológico se había reducido a la mitad», explicó. Este fenómeno demostró cómo la percepción del tiempo puede distorsionarse en ausencia de señales externas.

El impacto del aislamiento en el cuerpo humano

Michel Siffre y el Descubrimiento del Tiempo Humano: Un Experimento en la Oscuridad

El experimento de Michel Siffre no solo cambió nuestra comprensión del tiempo, sino que también reveló los efectos físicos y psicológicos del aislamiento extremo. Al salir de la cueva, Siffre sufrió una hipersensibilidad severa a la luz del sol, lo que complicó su transición al mundo exterior.

Además, el aislamiento prolongado afectó su memoria. En sus propias palabras:

«Cuando estás rodeado de noche, tu memoria no captura el tiempo. Después de uno o dos días, olvidas lo que hiciste antes. Todo se convierte en un día largo».

Estos hallazgos abrieron nuevas líneas de investigación en cronobiología, un campo que estudia cómo los ritmos biológicos influyen en nuestra salud, comportamiento y percepción.

Un segundo experimento: seis meses en Texas

Michel Siffre y el Descubrimiento del Tiempo Humano: Un Experimento en la Oscuridad

Diez años después de su primer experimento, Siffre decidió llevar su investigación al límite. En 1972, se aisló durante seis meses en una cueva en Texas para explorar más a fondo los efectos del aislamiento en el reloj biológico.

Este segundo experimento confirmó que, sin señales temporales externas, los humanos tienden a adoptar ciclos de sueño-vigilia más largos, a veces de hasta 48 horas. También descubrió que las personas aisladas desarrollan patrones de comportamiento irregulares, como comer o dormir en momentos aparentemente aleatorios.

Aplicaciones en la exploración espacial y la ciencia moderna

Michel Siffre y el Descubrimiento del Tiempo Humano: Un Experimento en la Oscuridad

Los descubrimientos de Michel Siffre no pasaron desapercibidos. La NASA utilizó sus hallazgos para comprender los problemas de desorientación temporal y pérdida de memoria que experimentaban los astronautas en misiones espaciales prolongadas. Sin las referencias de día y noche, los astronautas enfrentan desafíos similares a los de Siffre durante su aislamiento en la cueva.

Además, la investigación en cronobiología ha tenido aplicaciones prácticas en medicina, ayudando a tratar trastornos del sueño, y en la exploración polar, donde los ciclos de luz y oscuridad extremos afectan los ritmos biológicos de los investigadores.

El experimento de Michel Siffre no solo revolucionó la ciencia, sino que también ofreció una perspectiva única sobre la naturaleza del tiempo. Mientras que la sociedad moderna mide el tiempo con precisión casi obsesiva, Siffre demostró que nuestra percepción del tiempo es profundamente subjetiva y depende en gran medida de nuestro entorno.

A sus 85 años, Siffre sigue siendo una figura legendaria en el mundo científico. Su audaz decisión de vivir en la oscuridad, aislado del mundo, nos enseñó que el tiempo no es solo una constante física, sino también una construcción psicológica moldeada por nuestras experiencias y ritmos internos.

Michel Siffre se aventuró en la oscuridad para responder una pregunta aparentemente simple: ¿qué sucede con el tiempo cuando no hay luz? Su experimento reveló secretos fundamentales sobre el reloj biológico humano y cambió nuestra forma de entender el tiempo y a nosotros mismos. 

Referencia:

  • New Scienst/This man spent months alone underground – and it warped his min. Link.


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